viernes, 5 de abril de 2013

                                  EL ASNO DE ORO

EL AUTOR

El autor es Apuleyo  a veces llamado Lucio Apuleyo -si bien el pranomen Lucio se toma del protagonista de una de sus obras, El asno de oro-, fue el escritor romano más importante del siglo II, muy admirado tanto en vida como por la posteridad.
Hombre deseoso de conocimientos, Apuleyo se adentró, además de en la filosofía, en la religión, la ciencia y la retórica. Tras ser iniciado en el culto de Isis, marchó a Roma a estudiar retórica. Más adelante, se dedicó a recorrer Asia Menor y Egipto para continuar sus estudios de filosofía y religión. Hacia el 156 en el camino desde Cartago hacia Egipto, paró en Oea (actual Trípoli), donde realizó una declamación pública en una basílica. Luego casó con una muy adinerada viuda de la localidad. Fue acusado entonces de usar la magia para conseguir los favores (y riquezas) de la viuda Pudentiña; acusaciones provenientes de la familia de esta. En su defensa declamó y publicó un agudo discurso, la Apología pro se liber, ante el procónsul de África Claudio Máximo y los magistrados de Sabratha, en la Tripolitania.




De su obra como filósofo han sobrevivido sólo textos con características de traducciones, con muy poco desarrollo personal: De deo Socratis (El demón de Sócrates, en donde expone la idea de los seres mediadores entre los dioses y los hombres), De Platone et eius dogmate (Sobre Platón y su doctrina, que es un compendio de los principales conceptos de la filosofía de Platón), De mundo (Sobre el mundo, recopilación de temas científicos procedentes del Liceo aristotélico).





Puedes leer comentarios a cerca de la obra 'El asno de oro' en esta página:


 http://www.ciao.es/Opiniones/El_asno_de_oro_Apuleyo__1249633


Texto original de la obra:

 http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus%3atext%3a2008.01.0502



ARGUMENTO DE LA OBRA

En “el asno de oro” un mercader Corinto de nombre Lucio, sufre una metamorfosis. Es transformado en asno por Fotis, una criada, fruto de un accidente.
Tras esta metamorfosis, el animal a pesar de conservar sus facultades humanas carece del don de la palabra. Así sufre una serie de adversidades, cada cual más penosa y pasa por varios amos hasta recuperar por fin su condición humana.
Esto sucede gracias a la intervención de Isis, ya que en una procesión que se realizaba en honor a ésta, Lucio (asno) comió pétalos de rosas lo que le devolvió su condición humana. Agradecido Lucio se pone al servicio de la diosa Isis y se hace iniciar en sus sagrados misterios.





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